kicking and screaming.

ya sé que no da repetir tema, pero me sobrepasa. me cansa ser la sumisa del grupo, me cansa tenerle miedo al mundo, me cansa tenerle miedo a mis amigos y me duele darme cuenta que si les tengo miedo, significa que no son tan amigos. el punto es que todo tiene un límite y las miles de oportunidades no sirven si uno no las aprovecha al máximo, si uno no crece, si uno no aprende.

me cuesta darle la razón al pibe que rige mi mundo, pero cada vez me quito más dedos de las manos. eso me pasa por querer a todo el mundo de golpe, por encariñarme tan fácil. no digo que no haya cosas buenas, pero ¿qué pasa cuando lo poco que recibís de una persona no sólo es poco, sino que es malo, te hace mal? la amistad no es una obligación. la amistad es pura y sincera compresión. o por lo menos un intento.
un capricho, una mentira, una psicopateada malintencionada, una manipulación de los sentimientos, síntomas de una persona no transparente. sin embargo, la quiero. me importa y me preocupa. y le sigo ofreciendo chances, sin ninguna espectativa igual. conforme con mis hallazgos, mientras más inconvenientes como éstos, que no son para nada de mi agrado, sucedan, más me doy cuenta que mi ranchito está bien protegido. protegido por las personas que me ayudaron a levantarlo y son las que estuvieron, están y seguramente van a estar siempre ahí, cerca, de algún modo.
a la larga, éstas cosas pasan a un tercer plano mientras haya un amigo que te mande mensajes para preguntarte si soledad fandiño tuvo al hijo de nicolás cabré.