1 de septiembre de 2010

under the bridge.

paso por paso. me queda llamar a alergista, porque oscar no me va a invitar más a ningún lado, y recuperar el dentista, quizás considerar la ortodoncia. pero el que necesito con más urgencia, ya lo dí. volvemos a empezar. retrocedo todo el tiempo, pero por algún razón -ilusión o, de nuevo, idea de conformismo- esta vez me siento mejor. es como si estuviera cada vez más cerca. o por lo menos, esto de establecer lo que realmente me hace bien, va teniendo sus efectos y me caen bárbaro. sigo siendo una nena bien. lo único de rebelde que tuve en mi vida fue mentirle a mamá para estar con la persona que amo y ponerme en pedo. jamás di problemas. el colegio fue una pavada. mis juntas son divinas y lo más cerca que estuve al descarrile duro tres semanas y gracias. me asusto porque no está en mi ideal de vida, me asusto porque siento que no avanzo. pasaron dos años pero los siento como diez y sigo en el mismo lugar -exceptuando la parte sentimental-. las mismas cosas de las que me quejaba de otros, me están pasando a mí. esto de no saber qué quiero. esa histeriqueada. yo nunca pensé en ser así. me siento otra. más ahora que mi frase impulsora fue "no quiero estudiar". jamás en mi vida pensé que iba a no tener ganas de estudiar, no querer disciplina, no querer responsabilidades. es mi forma de rebelación contra el mundo por ponerme demasiada moral, más de la que necesito a veces, la moral que lleva a la culpa insaciable de explicaciones razonables. pero es así. la línea recta de mi vida tiene un terrible bache. y no me parece tan malo ahora.

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