29 de julio de 2009

parachutes.

Es genial que de una discusión estúpida terminen saltando las fichas que le faltaban a Ludo Matic y no caigan solas, sino que traigan consigo la posta de la vida.
"Todos nuestros problemas surgen de alguna manera u otra porque vos y papá no siguen juntos"

Salta el traductor de la familia y tira eso. Y lo dice con toda la sinceridad del mundo, con todo el análisis que viene haciendo desde que tiene uso de razón. Si, definitavemente hoy conocí a mi familia en su totalidad. Entender las cosas que nunca fui capaz de entender por ser la chiquita o porque nunca fui capaz de afrontar los problemas como se deben.
Mi forma de decir las cosas es el llanto. Me enojo con mamá y lloro y grito. Lloro porque las palabras feas me duelen, porque no puedo decir nada sin sentirme culpable. Llantos. Gritos. Portazo. La parte que más me gusta, el portazo. Y la parte que más me daba miedo, escuchar los pasos fuertes de mamá acercándose a la habitación... abre la puerta con toda la furia y me grita que no cierre las puertas fuerte, que es de noche y que no tengo por qué hacer que todo el mundo se entere de lo que pasa. Ya no pego portazos, pero tengo la manía de cerrarle la puerta en la cara. Amo las puertas.
Volviendo. Tenemos una discusión muy estúpida y terminamos hablando de lo especial que somos con familia. No somos la familia tradicional que deberíamos ser según lo establecido por la sociedad, somos lo que nos tocó ser. Y estamos mejor que muchas familias establecidas de acuerdo a los parámetros sociales. No nos falta nada, ella se encargó de que nunca faltara nada. Se encargó de que seamos seres independientes, que pensáramos por nosotros mismos, que tuviéramos una infancia feliz como se debe, que pudiéramos crecer a nuestro debido tiempo, que nos amáramos. Me rehuso a aceptar que lo hizo sola. Pero no puedo negarlo... él no es un padre ausente, pero ella fue la que marcó la diferencia. No tengo recuerdo de los cuatro bajo el mismo techo. Tengo recuerdos de ellos peleando bajo el mismo techo, de ellos cenando, de ellos bailando, de ellos peleando de nuevo bajo el mismo techo. Tengo recuerdos de todos los sermones que se desataron por alguna discusión estúpida que terminaban en cómo ella se hizo cargo de todo, él siendo el culpable. Repito, no es un padre ausente y nos ama, pero no es el que marcó la diferencia. Para colmo, es el amor de su vida y eso es lo más triste de todo. Pensar que mi mamá no se equivocó al elegirlo, porque era él. Pensar que mi papá quizás nunca la encontró a ella.
Resultó ser que mi hermano y yo vivimos nuestra vida para llenarle a mamá el vacío que dejó papá. Me resultó feo escribir eso. Triste más que nada. Decepcionante es saber que nunca vamos a poder sanar esa herida.
Si bien siempre supe que la separación de mis viejos fue determinante en mi vida, a pesar de no tener recuerdos de un antes y un después, nunca supe bien cómo lo manifiesto. Mis sentimientos de falta, el miedo a perder personas, el miedo al amor...el amor...el amor...
¿Cómo se puede creer en el amor para toda la vida si el ejemplo más cercano que tengo es, precisamente, amor no correspondido? ¿Cómo puedo tener la idea de una familia como debe ser si lo que yo tengo no es precisamente lo que debería ser? Pero es una familia, feliz, a decir verdad, muy feliz, con sus imperfecciones. Pero sigo sin entender cómo hacen las parejas para estar toda una vida juntos, para seguir amándose después de tantos años, para seguir pensando que son el uno para el otro. ¿Qué hago yo si no existe el amor para toda la vida? ¿Qué hago con todo esto que tengo adentro? ¿Se guarda en un armario con los ositos de peluche y las miles de cartas que escribió alguien alguna vez? No puedo andar sintiendo esto que siento por otras personas, no es cualquier cosa. Soy chiquita pero sé que no es cualquier cosa. No estoy lista para tirarlo a la basura. Me rehuso a tirarlo a la basura. Es esto o no es nada. Me arriesgo.

Saltás del avión cagada hasta las patas, arrancás con todo el miedo pero antes de que te das cuenta ya estás flotando en el aire. No sabés que te espera abajo pero sabés que tenés el mejor paracaídas. ¿Qué podés hacer contra eso? Es el mejor. Te podés hacer mierda contra el piso, pero tuviste el mejor viaje de tu vida. ¿Eso quien te lo quita? Por suerte, nadie. Sinceramente, me encantaría que éste sea uno de esos viajes que duran toda la vida. ¿Miedo? Hay de sobra.

Todo esto surgió porque mi hermano es el capo del Ludo y mi vieja es, como decía Pappo, lo más grande que hay.


2 comentarios:

  1. Uuh, esta es MUY buena, quizás porque se nota el reflejo de la emoción que te llevó a escribir y desahogarte.
    Somos de la generación de familias imperfectas, basta con mirar a tu alrededor y sacar estadísticas. Y eso deja una marca en nosotros, inconscientemente o no, pero lo hace, y el "miedo" a no formar una familia de acuerdo al standar predeterminado es una de ellas seguramente.
    Por mi parte, solo quiero ser felíz. Los standares me importan muy poco, y casi nunca supe como llenarlos.

    Parachutes, EL disco de estos pibes.
    Besote, esta nota me encantó.

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  2. jaja... increíble el final... me encantó… ¿Y como hacen para llegar a vivir todo una vida juntos las parejas? No lo se, a veces creo que amándose (pero son pocas), otras solo soportándose (pero es triste llegar a eso)… y así se pasa la vida…
    Confíe niña, es posible el amor para toda la vida… y si no, seguramente habrá un nuevo amor, y quizá sea ese el indicado.

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