19 de julio de 2009

something of my own.

De por sí, me levanté en mi estado mental de reflexión que odio por lo que tenía muy pocas ganas de hablar con gente. Me lo complicó el teléfono y sus ataques repentinos de sinceridad conmigo, a los que nunca supe responder. Siempre caen sobre mi las cosas que no puede decirles a los demás, esas cosas que las tiene atragantadas hace mucho y saltan a la luz en el momento menos indicado. Sabe que soy incapaz de responder. Respondí. Discrepamos. No pensamos igual. Trato de ser amable y cortarla, pero sabe que estoy mintiendo. ¿Por qué me tengo que sentir culpable? No es tan grave el problema. "No pensamos igual, problema tuyo, problema mío". Trato de cortar el tema, de que entienda que si la gente piensa distinto no puede hacer mucho más, no quiere decir que lo que los demás piensen esté mal, o que lo propio lo esté. Es simplemente distinto. El final de la conversación fue muy forzado. Con mi nudo en la garganta, me despedí lo mejor que pude. Trato de ignorar el hecho de que prácticamente me cortó el teléfono.

Ahora pregunto, ¿qué hay de malo en querer tener algo mío? Algo mío y de nadie más. Algo que nadie tenga, que sólo yo sepa apreciar en su totalidad porque para mi significa mitad del mundo.
¿Qué hay de malo en querer tener una remera que nadie tenga? ¿Qué hay de malo en querer ser único e irrepetible? Lo malo está cuando uno quiere ser como los demás. ¡Vayamos a un negocio que tenga 2x1 y nos compramos el mismo sweater, el mismo pantalón, la misma cartera y vayamos a caminar por Plaza Serrano! ¡Dale, copate!
Detesto cuando las madres visten a sus hijos igual, el mismo día a la misma hora. Esta bien si querés comprarle las mismas prendas pero, amiga, no se las pongas a los dos al mismo tiempo.
Está bien, la ropa no es lo que marca la diferencia... pero cuando a los demás se les complica mirar más que tenemos, es bueno ayudarnos un poco, aunque sea algo superficial, como el modo en que vestimos.

Nunca me sentí digna de llamar a algo mío, algo que realmente significara mitad del mundo para mi. Estoy vacía. Nada me gusta, todo me da igual. Nunca me apasioné por nada. Ahora que creo que lo encuentro... ¿cree que es fácil ver cómo alguien tiene la intención de acercarse a ese, mi anhelo? Como si nadie más lo hiciera... muchas personas lo hacen, pero no alguna que me rodee, aunque tampoco sea mi amiga más cercana... Me asusta, porque seguramente ella lo hará mejor que yo y yo como siempre voy a seguir vacía.

Es la historia de mi vida, nada va a ser completamente mío.



(Aclaración: sin embargo, él me apasiona, pero eso es otro tema)

1 comentario:

  1. Que difícil es encontrar algo completamente de uno, pero es emocionante buscarlo siempre… algún día lo encontraremos.

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